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sábado, 23 de julio de 2011

CONTRA EL MARXISMO Y EL ISLAMISMO; LA VERDAD DESNUDA DE LOS CRUZADOS DE OCCIDENTE





"Antes de iniciar nuestra Cruzada, debemos cumplir con nuestra obligación y diezmar el marxismo cultural" dijo Anders Behring Breivik, el multihomicida de Noruega en su testamento final. Para que nadie se equivocara sobre el significado de su acto de terror. 


Los grandes medios procurarán no contarte lo que dijo realmente el último de sus asesinos. Y no es tan complicado. Anders Behring sigue al pie de la letra un pensamiento criminal en activo desde 1917, el anticomunismo


Sus bases mudan en lo accesorio pero se confirman en lo esencial: todo pensamiento, toda acción, todo movimiento o toda religión que no santifique el poder desnudo de la burguesía debe ser eliminada de raíz y por ello Behring arrasó el ágora, el lugar público donde el pueblo y el gobierno construyen la polis, así como un campamento de jóvenes del partido laborista. 


Símbolos antiguos, generalmente caducos, de unos tiempos donde la Europa del trabajo construía un ideal socialista opuesto a la barbarie del capital. No importa el incierto destino del estado del bienestar o la permanente traición de la socialdemocracia.


Para todo verdadero burgués, ellos abrieron la diabólica puerta que va de la revolución soviética de 1917 a la victoria de Hezbolá contra el ejército israelí del 2006. La puerta por la cual millones dejaron de someterse a las castas divinas e hicieron suya la historia. 


Anders Behring Breivik, caballero templario, cruzado antiislámico y "cazador de marxistas" es otro profeta de la oscuridad que cae sobre Europa pero si no vemos tras su siniestra figura los cimientos del orden criminal que sustenta su sed homicida, no habremos entendido nada. 


Si no cruzamos la impudicia de Pilar Rahola, la complicidad de Barak Obama y la hipocresía del New York Times y El País no veremos en su plenitud esta hidra de mil cabezas que busca nuestra completa rendición.


Así que en vez de pedir perdón y avergonzarnos de los héroes que vencieron en 1945 a los abuelos de Anders Behring Breivick, en vez de confundirnos sobre los actos "sin sentido" del nuevo homicida  ¿por qué no vemos los nexos de los mercenarios de Croacia, encabezados por otro sociópata como Eduardo Rozsa Flores, asesino frustrado de Evo Morales, con los amados rebeldes de la OTAN en su cruzada libia así como con los lobos esteparios de Oklahoma y Oslo y así descubriremos qué el enemigo sigue queriendo nuestras cabezas antes, ahora y siempre? 


La certera confesión de este asesino puro ilumina, en su terrible accionar, la tarea homicida de sus iguales que en pleno ataque financiero condenan Europa a la desesperación y convierten el mundo en un lugar  de siervos y feudales. 


La cuestión, la dichosa cuestión, no es saber donde están ellos sino donde estamos nosotros. En la encrucijada, literalmente, todas las vidas penden de un hilo. 


Cosas veredes, Sancho, cosas veredes.